El café de la mañana

Escrito por el doctor Gerardo Quintanar de @211barradecafe.

El café de la mañana

Para millones de personas el cafecito representa mucho más que una rutina matutina... Para algunos es un impulso físico, para otros, uno mental; y en muchos casos, hasta emocional.

¿Pero qué dice la ciencia de esta planta que todos amamos?

La investigación médica ha comenzado a desmitificar al café, demostrando que puede ofrecer una serie de beneficios para la salud cuando se consume por las mañanas, siempre y cuando no se abuse de la cantidad.

Ahora bien, sabemos que el principal componente activo del café es la cafeína, un estimulante natural que actúa sobre el sistema nervioso central. Al consumir café por la mañana, se puede experimentar una mejora en la concentración, el estado de alerta y la memoria a corto plazo. Esto porque la cafeína bloquea la adenosina, una sustancia que promueve el sueño, ayudando así a combatir la somnolencia matutina. Pero contrario a lo que muchos creen, el café no debería tomarse recién despertamos. Lo ideal es esperar alrededor de 90 minutos para tomarnos la primera taza, pues nuestro cuerpo produce cortisol al despertar, entonces debemos esperar un poco para meterle estimulantes...

¿El café te da pa' arriba?

La cafeína también tiene un efecto directo sobre el rendimiento físico. Aumenta los niveles de adrenalina (una hormona que aumenta la energía) y libera ácidos grasos desde el tejido adiposo, lo que mejora la capacidad del cuerpo para utilizar la grasa como fuente de energía. Por esta razón, muchos deportistas consumen café como pre entreno. Incluso en personas no deportistas, puede haber una mejora perceptible en la energía y la motivación para iniciar el día con más dinamismo.

¿Qué tan bueno es para la salud?

Contrario a creencias pasadas, hay estudios científicos recientes que asocian el consumo moderado de café (2 a 4 tazas al día) con riesgos ligeramente reducidos de enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares. Esto podría deberse a la acción antioxidante de los polifenoles presentes en el café.

Otras investigaciones han demostrado una correlación entre el consumo regular de café y una menor incidencia de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Aunque los mecanismos aún se están estudiando, se cree que la cafeína y los compuestos antioxidantes del café desempeñan un papel protector contra la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro.

Beber café por la mañana también puede tener un impacto positivo en el metabolismo, como un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, probablemente por mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar en la regulación de la glucosa (claro, si lo tomas negro y sin azúcar). Por otro lado, puede contribuir a una mayor saciedad, lo cual es útil en personas que buscan controlar su peso.

La realidad es que, como en todo, la moderación es clave. El exceso de cafeína por largos periodos de tiempo puede causar nerviosismo, insomnio o taquicardia. Además, todos somos diferentes. así que hay personas muy sensibles a sus efectos. En general no recomendamos más de 4 tazas al día, y preferiblemente antes de las 5 pm para evitar que interfiera con el sueño nocturno.

Con ojo médico, el café puede ser un hábito saludable si se consume de forma equilibrada y consciente. Iniciar el día con una taza de café no solo es un placer sensorial, sino también un impulso a nuestra salud física y mental. Pero no esta de más que si tomando café presentas algo raro, lo suspendas y lo comentes con tu médico para tomar medidas pertinentes.

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