La incertidumbre continúa para la industria del café

Cambio climático, precios a la alza y ahora las tarifas de Trump… ¿A dónde vamos a parar con tanta volatilidad en el mercado?

La incertidumbre continúa para la industria del café

Pareciera que toda la cadena de valor del café en el mundo está a la merced de un político conservador y proteccionista que a diario cambia de opinión.

Seguramente has visto en las últimas semanas videos circulando en redes sociales que hablan de una alza en los precios del café. Y es que el costo del café arábico verde aumentó un 70% tan solo en 2024, alcanzando su nivel más alto desde 1977.

Esta subida sin precedentes tiene que ver con el cambio climático; sequías gravísimas en países como Brasil y Vietnam (naciones líderes en exportación de café). Lo preocupante es que, según varios expertos, el precio no va a reestablecerse y, lo que es peor, podría seguir subiendo gracias a las tarifas de nuestro país vecino.

¿Proteccionismo o capricho?

El 2 de abril de este año, el presidente de Estados Unidos Donald Trump dio a conocer una decisión que ha dado mucho de qué hablar: aranceles para todos los bienes importados a su país. En otras palabras, gravámenes que van desde el 10% hasta el 145% para países productores de café (sí, leíste bien, 145% para su principal enemigo: China).

Días después, Trump dijo que siempre no… Entonces el 9 de abril congeló los aranceles globales en un 10% durante 90 días (menos para China; de plano los odia). La cosa es que, debido a su volátil historial, resulta imposible predecir qué hará Trump una vez que pasen los 90 días. Hay analistas entusiastas que creen que se tocará el corazón y dejará al café libre de impuestos, al ser una bebida vital para los estadounidenses.

La NCA y su carta de súplica

La National Coffee Association es una organización compuesta por más de 200 miembros, desde brokers y traders de café hasta tostadores y retailers. En una medida desesperada de la asociación por hacer frente a la ya de por sí alta subida de precios de café, el presidente de la NCA Bill Murray (no, no es el actor de Ghostbusters) le escribió una carta a la administración de Trump en la que básicamente le pedía que el café quedara exento de tarifas de importación.

Y es que en Estados Unidos realmente no existe gran alternativa al café importado. Un 98% es traído de otros países (en su mayoría Brasil, Colombia y Vietnam), y solo 2% se cultiva en Hawai, Puerto Rico y California. Además, Estados Unidos es el país #1 consumidor de café, con una derrama económica de $344 billones de dólares al año. Así que la NCA prácticamente dijo que ponerle tarifas a un producto como el café sería catastrófico para el país. Pero aún no sabemos qué decidirá Trump...

¿Y a México cómo le afecta todo esto?

Supuestamente México quedó excluido de los llamados aranceles recíprocos por ser socios del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá). Bueno, siempre y cuando los productos cumplan con los acuerdos, si no es así, se aplicará un arancel general de 25%.

Ahora bien, la realidad es que México no es el principal importador de café en Estados Unidos. Sin embargo, sí existen muchos retailers que compran no solo café tostado de nuestro país, sino que también dependen de maquinaria y mano de obra mexicana para embalaje. Entonces, la pregunta del millón es: ¿Quién paga el costo extra? ¿Los productores? ¿Los importadores y brokers? ¿Los retailers? ¿El consumidor final?

He ahí la gran disputa. Pero de que el precio del café va a subir, va a subir, aunque sea solo temporalmente como respuesta a la incertidumbre. Porque una cosa es cierta: con Trump ya nunca se sabe.

Entre que son peras o son manzanas, las familias de países productores y los importadores ya se están enfrentando a precios de café arábico verde alto y sostenido. Por lo que los tostadores han visto sus costos aumentar de la noche a la mañana, obligándose a ajustar sus precios. Entonces, lo lógico es que las cafeterías aumenten también sus precios al consumidor final en los próximos meses.

¿Qué puede hacer uno desde su trinchera?

Como exportador o importador que apoya a los pequeños productores mexicanos: 

Infórmate en tiempo real de los aranceles, y procura que los compradores vean el costo total ya con todo y entrega, ya que hay muchas especulaciones sobre el café que ya va de camino a su destino. Que si aplica el arancel de antes del 9 de abril o no... Ten toda esta información clara antes de hacer negocios con Estados Unidos para que los productores no terminen pagando el gravamen.

Otra alternativa que sugieren los expertos es explorar el mercado europeo, y hasta experimentar con variedades como la robusta...

Como tostador: 

Quizás las fincas mexicanas con las que has trabajado dejen de exportar a Estados Unidos en lo que la cosa se reestablece y pierdan ventas importantes. Así que sigue apoyando a los productores de tu país y acepta las condiciones que ofrecen. Posteriormente puedes ajustar tus precios a tus clientes para no afectar tus márgenes de ganancia. 

Como dueño de cafetería: 

No tengas miedo de aumentar un poco tus precios. La realidad es que si le comunicas a tu comunidad lo que está pasando y tus razones para poder salir a flote, lo más probable es que acepten pagar un poco más por su café. 

Como bebedor de café:

Sigue apoyando el emprendimiento local consumiendo en las cafeterías de tu ciudad y comprando grano de las diferentes casas tostadoras mexicanas. Sigue sellando tu pasaporte, porque cuando sellas apoyas a toda una cadena de valor trabajadora y diversa. 

La buena noticia es que la industria del café es tan grande, apasionada y resiliente que no es ajena a las crisis económicas mundiales. Y con una comunidad creciente y consciente, no hay tarifa que nos tumbe… Y menos a nosotros mexicanos. 

Escrito por Mariana Gaxiola, fundadora de CADESI.

Fuentes:

Coffee Intelligence / Reuters / Perfect Daily Grind

Suscríbete para andar bien encafeinado.